Crema de gambas

Crema de gambas

Con el paso de los años los núcleos familiares se van disgregando.

Este hecho está muy lejos de ser algo negativo.

Los hijos crecen, van encarrilando su futuro con los estudios o los trabajos que más les motivan, se mueven a la ciudad, a veces a otros países, pasan cortas o largas temporadas fuera del entorno familiar y en algunas ocasiones vuelven y en otras no.

Desde el punto de vista de las personas que se ven forzadas a mantener separación de larga distancia en el tiempo o en el espacio, se valora mucho más la vuelta y el reencuentro.

Los corazones se aceleran, las ansias se incrementan, vamos contando los días que quedan, descontamos y la emoción embarga el corazón y el cerebro.

Quieres que llegue el día, quieres estar ahí, quieres volver y abrazar y llorar y besar.

Me encanta esa sensación de felicidad absoluta.

Es fabuloso comprobar que actos tan sencillos insuflan cantidades industriales de buenas vibraciones.

Lo mejor para estos casos, para no perderse nada y aprovechar cada minuto es sentarse alrededor de la mesa y ponerse al día disfrutando de una buena comida, por supuesto, un menú festivo porque la ocasión lo requiere y a mí, en este momento, no se me ocurre nada más festivo que unas gambas. Tienen la peculiaridad de que de cualquier manera caen bien. Hoy las vamos a disfrutar con cuchara.

Así que, si ya lo tenemos todo claro, no nos falta más que empezar.

Crema de gambas

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

Para 6 raciones

1/2 kilo de langostinos crudos
6 gambones
50 gramos de mantequilla
3 cucharadas de harina
1 litro y medio de caldo o fumet de pescado
2 cucharadas de concentrado de tomate
2 cucharadas de coñac
200 mililitros de nata de cocina
Sal
Pimienta negra en polvo
2 rebanadas de pan
Aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

Ponemos el caldo en una sopera a calentar.
Pelamos los langostinos y los gambones. Reservamos por un lado las gambas, por otro las cabezas sin ojos y las cáscaras y por otro los gambones a los que les insertaremos un palillo para que al freír permanezcan rectos.
Preparamos una olla grande y fundimos la mantequilla.
Incorporamos las cabezas y las cáscaras y las salteamos unos minutos para que se tuesten un poco.
Agregamos la harina y dejamos que se cocine un par de minutos sin dejar de remover.
Añadimos el caldo que ya estará caliente y rascamos el fondo de la olla por si se hubiera pegado algo la harina.
Dejamos que hierva a fuego lento 10 minutos. Con un colador podemos quitar la espuma me se vaya formando.
Colamos el caldo a otro recipiente y aplastamos los restos con una cuchara o el mazo de un mortero para sacar todos los jugos.
Devolvemos el caldo a la olla, la ponemos otra vez al fuego y añadimos los langostinos y el coñac y llevamos a ebullición.
Después de un par de minutos, apagamos el fuego, trituramos las gambas, añadimos el puré concentrado de tomate y sal y pimienta al gusto y removemos bien.
Por último agregamos la nata, mezclamos y dejamos reposar tapado para que no se enfríe.
Cortamos seis rectángulos de pan y los freímos en una sartén con aceite hasta que queden crujientes.
En la misma sartén podemos freír los gambones con un poco de sal.
Sacamos los palillos, colocamos los gambones sobre el pan frito y en el momento de servir lo colocamos sobre la sopa.