Tartaletas de morcilla, peras, cebolla y queso

Tartaletas de morcilla, peras, cebolla y queso

La morcilla es un producto que se elabora, artesanal e industrialmente, en muchos lugares del mundo, a base de sangre, grasa de cerdo, especias y, en ocasiones, otros ingredientes como arroz, cebolla, miga de pan, piñones, patata o calabaza, que se cuecen y se embuten en una tripa de cerdo, de vaca o sintética.

Las especias que más se emplean en la elaboración de morcillas son la sal, la pimienta, el pimentón, el clavo, el comino, la canela, el jengibre, el orégano, el ajo, el azúcar, el perejil, el anís, la nuez moscada…cada una le da un sabor característico.

Normalmente, solemos relacionar ciertos alimentos con sus correspondientes sabores; lo hacemos según lo hemos aprendido, por costumbre, por hábito. Son enlaces cerebrales que se activan nada más ver un alimento habitual en nuestra dieta.

La responsable de que se produzca este hecho es la memoria gustativa definida como «la capacidad del cerebro para recordar y reconocer sabores específicos basándose en experiencias previas con esos alimentos». Así lo explica Daniel Osorio Gómez, investigador del Instituto de Fisiología Celular (IFC). Esta memoria funciona gracias a las conexiones neuronales de nuestro cerebro, las cuales nos permiten almacenar información de ciertos alimentos, como su olor y sabor, durante mucho tiempo.

A mí, me han regalado esta semana pasada una morcilla.

Me la ha traído Carmen de su pueblo, Cespedosa de Tormes en Salamanca. La hacen allí, una empresa que se llama Jamones El Palacio, que se dedica a la fabricación y venta de productos derivados del cerdo.

Es una morcilla picante que lleva comino, entre otras especias, es muy densa y tiene un sabor muy especial. Nunca habíamos probado una igual, ya que, en Zaragoza, donde yo vivo, las morcillas son diferentes.

Ahora, en mi mente tengo dos recuerdos muy agradables relacionados con este embutido, uno con el sabor de siempre y otro nuevo que rememoro cada vez que repaso esta receta.

Tenemos que animarnos a probar y a descubrir nuevos sabores. No siempre serán de nuestro agrado pero hay infinidad de alimentos que no conocemos y muchos nos van a sorprender.

Si te interesa conocer más sobre el tema puedes profundizar leyendo El mapa de la morcilla

Tartaletas de morcilla, peras, cebolla y queso

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

300 gramos de morcilla
2 peras maduras (unos 500 gramos)
Masa de empanadillas
4 o 5 cebollas medianas
Aceite de oliva virgen extra
100 gramos de almendra crunchy y 10 gramos más para decorar
Sal
Queso de rulo
Miel para decorar

Elaboración:

Pelamos y troceamos las peras y la morcilla y cortamos en juliana la cebolla.
En una sartén, ponemos un poco de aceite a calentar.
Añadimos la cebolla y un poco de sal y cocinamos 40 minutos tapado a fuego medio-bajo hasta que se vuelva transparente y otros 40 minutos destapado para que se confite en su propio jugo (removemos de vez en cuando durante todo el proceso).
En otra sartén ponemos 2 cucharadas de aceite y la pera y cocinamos a fuego medio.
Cuando esté blandita la pera, incorporamos la morcilla y la empastamos removiendo hasta que esté cocinada.
Retiramos la sartén del fuego, agregamos las almendras y mezclamos.
Sacamos la pasta a un cuenco y dejamos que se temple.
Mientras tanto la cebolla estará en su punto. Cortamos el queso en rodajas finas (se corta mejor si está muy frío).
Encendemos el horno a 200º.
En un molde de magdalenas o en unos cuencos bajos aptos para el horno, untamos unas gotas de aceite y colocamos las obleas extendidas.
Rellenamos con la pasta de morcilla. Encima ponemos un poco de cebolla confitada y sobre esta una rodajita de queso.
Decoramos con unas almendras y llevamos al horno unos 10 minutos en la parte media-baja del horno.
Al final les damos un golpe de grill para dorarlas a nuestro gusto.
Rociamos con miel al momento de servir