Tarta de manzana boca abajo
En la mayoría de las recetas que nos han llegado hasta hoy, es bastante complicado situar claramente sus inicios.
En relación al origen de esta tarta existen varias teorías que ninguno de los aquí presentes vamos a poder contrastar.
Sí que todas coinciden en que surgió en Francia y la relacionan con unas hermanas de cuyo apellido tomó el nombre este dulce y pasó a llamarse Tarte Tatín.
Unos dicen que porque se cocinó en exceso el relleno de fruta, decidieron cubrirlo con masa para disimular su mal aspecto, otros que fue una confusión al seguir los pasos de la preparación y la masa que debería haberse colocado en el fondo del molde, se utilizó como cobertura para no desaprovecharla y otros, que defienden que en cocina no suele haber errores y que cuando los hay, la mayoría de las veces son para bien, afirman que simplemente es una evolución de una técnica habitual de la época usada en la elaboración de tartas invertidas.
A mí me parece que todas podrían ser válidas.
Elige la versión que más te atraiga pero, por favor, no dejes de probarla.
Tarta de manzana boca abajo
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 1 plancha de masa quebrada (230 gramos)
- Manzanas Golden (7 medianas o 6 grandes)
- 2 limones
- 115 gramos de mantequilla
- 175 gramos de azúcar
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- Nata montada para acompañar (opcional)
Elaboración:
- Enharinamos una superficie y sobre ella extendemos la masa quebrada.
- Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las partimos en gajos.
- Exprimimos los dos limones.
- Regamos las manzanas con el zumo de limón para que no se oxiden. También puedes cubrirlas con un papel film.
- En una sopera ponemos la mantequilla troceada, el azúcar y la canela a fuego medio para que se vaya derritiendo la mantequilla y caramelizando el azúcar. Removemos de vez en cuando.
- Cuando la mezcla adquiera el color del caramelo, incorporamos las manzanas junto con el zumo de limón.
- Lo llevamos a ebullición y lo mantenemos así 20 minutos, hasta que las manzanas estén tiernas y hayan cambiado de color.
- Vertemos la mezcla en un molde y la cubrimos con la masa quebrada y la vamos metiendo por el borde del molde hacia adentro.
- Hacemos 2 o 3 agujeros en la masa a modo de chimeneas y llevamos al horno previamente precalentado a 200º durante 25 minutos o hasta que la pasta esté dorada y el relleno haga burbujas.
- Dejamos que se enfríe en el molde.
- Puedes servirla templada o caliente acompañada de nata montada.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
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