Sopa de cebolla
Simplemente deliciosa es esta sopa de cebolla que, aunque sea de origen humilde, tiene ganado el cielo de la cocina más famosa.
En el pasado, eran los campesinos los que, aprovechando los productos que tenían a mano en la huerta, empezaron a popularizar este plato.
Es barato, saludable, sabroso, rápido e ideal para las noches de invierno porque calienta la barriga y despeja el mal humor, así que, ¿qué más se puede pedir?
Pues todavía podemos encontrar alguna ventaja más de esta sopa porque puedes tenerla preparada en el frigorífico o incluso congelada y cuando la quieras utilizar, bastará con colocar una buena rebanada de pan con queso en el plato y verter por encima la sopa bien caliente.
La podrás disfrutar al momento.
Como ves, otro punto a favor y una preocupación menos.
Sopa de cebolla
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 4 rebanadas de buen pan (1 por persona)
- 600 gramos de cebolla
- 30 gramos de mantequilla
- Medio vaso de vino blanco
- 1 litro y cuarto de agua o caldo de verduras
- 4 lonchas de queso Emmental
- 1 hoja de laurel
- Sal
- Pimienta negra de molinillo
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
- Picamos la cebolla muy fina para que a la hora de comerla no resulten muy grandes los trozos. Otra opción sería triturar la cebolla una vez pochada pero os aconsejo que no lo hagáis porque queda pastoso y el sabor es diferente.
- Ponemos la mantequilla en una sopera alta para que se derrita y le añadimos un chorrito de aceite de oliva.
- Agregamos la cebolla y la cocinamos a fuego medio con la olla tapada. Yo prefiero hacer los sofritos con el recipiente tapado porque, por un lado, evitamos que la verdura se queme porque no se queda sin caldo y, por otro, al mismo tiempo que se fríe se va cociendo y queda más blandita y en menos tiempo.
- Cuando ya esté pochada, añadimos el laurel, el vino y el caldo de verduras (o agua).
- Llevamos a ebullición para que se evapore el alcohol.
- Bajamos el fuego y dejamos cocer 15 minutos.
- Retiramos el laurel y salpimentamos (si utilizas caldo de verduras comprueba antes el punto de sal) .
- En el fondo de una olla amplia, ponemos las rebanadas de pan y el queso encima. Si lo prefieres puedes poner el pan y el queso directamente en cada plato.
- Sobre ellas, vertemos la sopa poco a poco. El objetivo es que se vaya ablandando el queso y que el pan absorba el caldo.
- Rociamos con pimienta negra recién molida al gusto.
- Acordaos de soplar que esto quema.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
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