Satay de pavo

Satay de pavo

¿Puedes imaginarte a ese «torpe» primer ancestro al que, por despiste, mala suerte o, por el contrario, «maravillosa casualidad» se le cayó su estupenda ración de carne cruda a la hoguera?

Párate un segundo a pensar en ello.

Ese preciso instante supuso un descomunal cambio en la dieta de aquel individuo y de su comunidad.

En mi opinión supone la mayor revolución gastronómica de la historia.

En el artículo «Cocinar nos hizo humanos» de la revista National Geographic, nos cuentan que «Según un nuevo estudio, el aumento del tamaño del cerebro humano que tuvo lugar hace aproximadamente 1,8 millones de años podría estar directamente relacionado con los avances en la cocina.

El Homo erectus aprendió a cocinar y duplicó el tamaño de su cerebro a lo largo de 600.000 años. No fue así, en cambio, en el caso de los gorilas o chimpancés, cuya dieta se basa en alimentos crudos».

«Más que la invención del fuego, lo que realmente nos hizo humanos fue aprender a utilizarlo para cocinar», afirma la coautora del estudio Suzana Herculano-Houzel, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil).

«La clave fue aprender a cocinar: el 100% de los alimentos cocinados son metabolizados por nuestro organismo, mientras que los alimentos crudos producen solamente entre el 30 y el 40% de sus nutrientes.

Al aplicar fuego a los alimentos, éste ablanda las fibras más duras, libera los sabores y acorta el proceso de masticar y digerir. Todo ello permitió a nuestros antepasados necesitar menos tiempo para buscar y digerir alimentos.

El hombre empezó a dedicar más tiempo a pensar cómo cazar, vivir, desarrollar el arte, la cultura… Cualidades que hoy en día nos hacen ser como somos.»

A esta teoría habría que añadir el hecho de que la comida cocinada sabe mejor. Por ejemplo, ¿quién diría que no a una estupenda barbacoa, un buen asado o al tradicional guiso de la abuela? Pues ahí está.

Hoy vamos a preparar Satay.

En el dialecto de Xiamen, la palabra «satay» significa “apilado tres veces”

El Satay se suele servir con tres pedazos de carne “apilados” en un pincho. Aunque a menudo se usan pinchos de bambú, la versión más auténtica del satay utiliza pinchos hechos con la nervadura central de la hoja de coco.

Se trata de una brocheta de carne marinada (pavo, pollo, cerdo, cordero, ternera o lo que propongas) asada a la brasa y servida con una salsa picante elaborada a base de cacahuete. Está tan ligada esta salsa a la preparación de este plato que hay quién piensa que es la salsa la que se llama así.

A mi me encanta la brasa, la barbacoa y ya me gustaría tener una en casa, sin embargo, por ahora tengo que conformarme con el grill que ni tan mal.

La preparación es de lo más simple. Lo más costoso de esta receta es que se necesita tiempo para que el pollo marine con las especias, tras el cual, las insertaremos delicadamente para, posteriormente, seguir con un cuidado cocinado en el que los trocitos de carne queden dorados, incluso churruscados, por fuera y completamente cocinados por dentro.

El último paso es el que más me gusta. Catar.

Satay de pavo

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

800 gramos de pechuga de pavo fileteada
Unos 20 palillos de bambú medianos (4 por persona)
1 cebolla
1 lima (si no tienes lima puedes utilizar limón)
2 ajos
Sal
Azúcar
Hierba limón en polvo (puedes sustituir por jengibre, ralladura de limón o lima)
Curry en polvo
Cúrcuma
Pimentón
Comino en polvo (opcional)
Jengibre en polvo (opcional)
300 gramos de arroz Basmati (opcional)

Para la Salsa de cacahuete:

100 mililitros de aceite de girasol
1 cebolla
2 ajos
150 gramos de cacahuetes troceados
Hierba limón (o zumo de limón o ralladura o jengibre rallado)
1 cucharada de carne de pimiento choricero (si tienes pasta de curry mejor)
1 cucharadita de cayena molida
1 cucharadita de pimentón
1 cucharadita de curry en polvo
2 cucharaditas de cúrcuma en polvo
200 mililitros de leche de coco (si no tienes puedes poner agua)
1/2 cucharadita de sal
50 gramos de azúcar

Elaboración:

Para hacer la marinada:

Cortamos la carne en tiras, las cebollas en trozos medianos, pelamos y troceamos los ajos y exprimimos la lima.
Trituramos la cebolla junto con el ajo y lo pasamos a un bol.
Añadimos 1/2 cucharadita de hierba limón, una cucharada de curry, una cucharadita de cúrcuma, una cucharadita de pimentón, una cucharadita de sal, una cucharada de azúcar blanco, una cucharadita de comino, otra de jengibre y el zumo de media lima.
Incorporamos la carne y mezclamos bien.
Cubrimos con film transparente y dejamos marinar en la nevera un par de horas (si es más no importa).
Seguidamente ponemos a remojo de agua los palillos. Preparamos Salsa de cacahuete y arroz Basmati.
Sacamos la carne de la nevera y en cada palillo insertamos tres trozos. Es importante que la punta quede cubierta.
Una vez que tenemos las brochetas preparadas, ponemos aceite en el grill y lo calentamos (puedes hacerlo a la plancha o si prefieres a la barbacoa).
Cuando esté bien caliente bajamos el fuego a medio y colocamos los palillos y dejamos que se cocinen por un lado y por el otro.
Servimos acompañado del arroz y la salsa de cacahuete. Espolvoreamos con sésamo (opcional).