Salchipapa
Era viernes, nunca se me va a olvidar, y qué ganas de fiesta que teníamos.
Ni sé quién comentó que en Añón, un pueblo relativamente cercano al mío, enclavado en la falda del Moncayo, eran fiestas y, no solo eso, eran fiestas y actuaba Leticia Sabater….
Nos miramos, no hicieron falta palabras, ya teníamos plan.
La verdad es que yo no he estado en muchos pueblos de fiestas, a parte del mío, bueno sí, ahora que lo pienso sí, y me van faltando dedos de las manos para contarlos todos.
A veces lo pasas mejor, a veces lo pasas peor, yendo aquí o yendo allá para salir de la rutina y conocer el entorno y otra gente, sin embargo, estos planes que no son planes, que surgen así de repente, suelen ser los mejores.
Dicho y hecho, a las nueve pasamos por tu casa.
Distancia veintisiete kilómetros, duración del trayecto 30 minutos, tráfico a esas horas por esa carretera igual a +3, canciones que cantamos dentro del coche a pleno pulmón, unas cuantas, y, por supuesto, todo esto acompañado de gallos, risas y algún ¡¡¡cállate que me meo!!!
Como lo suyo era empezar con buen pie, pedimos recomendación y cenamos de maravilla en el restaurante Escala de Richter en el hotel El comendador, allí mismo, en Añón.
Calentando motores, una cañita, unos entrantes divinos. Se me ha acabado la cañita, pues ahora un vinito que viene el plato fuerte. Y cómo vas a dejar así la cena, ¡por supuesto que no! venga acá su postrecito y ¿un chupito de parte de la casa?, claro que sí guapi.
¡Se va haciendo la hora chicos!
En apenas cuatro minutos llegamos a la plaza; de momento no había mucha expectación.
¿Qué pasa aquí?…Pues que va a pasar, que la gente está cenando en las peñas ¡claro! y sin pasar mucho tiempo todos nos empezamos a arremolinar alrededor del escenario. Se notaba en el ambiente, nos sobraban ganas de desgañitarnos, de bailar y de reír.
Y la fiesta comenzó y superó nuestras expectativas. Buen rollo, música bailona, gente amable con un solo objetivo: disfrutar. La artista, majísima, no dudó en hacerse fotos en el escenario con más de media plaza.
Ni que decir tengo que nosotros también subimos para agradecerle el rato tan bueno que pasamos. Muchas veces lo recordamos.
Qué pena nos daba volver a casa, era temprano, lástima que alguien tenía que madrugar. Todavía con la euforia en el alma, camino del aparcamiento, algunos rodaron entre los arbusto de un jardín, allí lo de ¡que me meo! pasó a ser literal.
El viaje de vuelta, no podía ser de otra manera, lo pasamos tarareando a grito pelao «la Salchipapa»
Salchipapa
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 2 kilos de una mezcla de patatas amarillas, rojas y boniatos (pequeños)
- 10 cebollas chinas (puedes sustituir con las hojas verdes de las cebollas de primavera)
- Perejil fresco
- 6 salchichas grandes (yo he usado longaniza fresca)
- 1 pimiento rojo
- Aceite de oliva virgen extra
- Harina
- Orégano seco
- 1 huevo
- 1 limón
- Pimentón picante
- Sal fina
- Sal gorda
Elaboración:
- En primer lugar vamos a poner el pimiento rojo en un recipiente para microondas, sin el corazón y tapado con film (hacemos unos agujeros en el film para que escape el vapor) y lo cocinamos 15 minutos a 800º. Lo dejamos reposar tapado 10 minutos para que sude. Reservamos.
- En segundo lugar lavamos muy bien las patatas y los boniatos con estropajo y lavavajillas porque vamos a comerlas con piel. Las dejamos escurrir.
- Ponemos una olla grande al fuego con 1 litro y medio de agua a calentar. (Es conveniente que haya agua suficiente para cubrirlas)
- Cortamos las patatas y los boniatos en trozos de bocado, limpiamos y troceamos las cebollas y picamos el perejil.
- Cuando el agua empiece a hervir, añadimos las patatas y los boniatos, y los cocemos tapados contando 5 o 6 minutos desde que vuelve a hervir el agua. Las escurrimos.
- Con la punta de un cuchillo, pinchamos las salchichas en todo su alrededor para romper un poco la piel.
- Preparamos una sartén con un poco de aceite y freímos las salchichas a fuego medio-bajo.
- Cuando estén doradas, las retiramos e incorporamos a la sartén, aprovechando los jugos de las salchichas, las cebollas y las cocinamos hasta que estén doradas pero todavía algo crujientes. Reservamos.
- En un bol amplio ponemos 100 gramos de harina, pimentón picante al gusto y media cucharada de sal. Mezclamos y enharinamos las patatas y los boniatos escurridos.
- Preparamos una sartén con aceite limpio y cuando el aceite esté muy caliente, incorporamos poco a poco las patatas. Las freímos hasta que estén doradas a nuestro gusto. Las sacamos a un colador para que escurra el exceso de aceite.
- Pelamos el pimiento y lo troceamos. Cortamos las salchichas en rodajas.
- Preparamos una mahonesa con 200 mililitros de aceite de oliva, 1 huevo, una cucharada de zumo de limón, una pizca de sal y pimentón picante al gusto.
- En un cuenco mezclamos la patatas con orégano y sal gorda.
- En otro las salchichas, las cebollas, los pimientos y el perejil.
- Ya tenemos los ingredientes preparados para montar el plato. En una fuente amplia ponemos las patatas y sobre ellas las salchichas con la verdura. Rociamos con la mahonesa al gusto.




























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