Revuelto de setas y gambas

Revuelto de setas y gambas

Mi marido me dice que ya no se llevan los revueltos, que es un plato pasado de moda, pero, ¿qué quieres que te diga?, a mi me encantan y yo voy a seguir preparándolos, solo es su opinión, mi estómago dice lo contrario.

Para mí, un revuelto de huevos no es una tortilla y tampoco son unos huevos revueltos ya que en los dos últimos casos los huevos van batidos y en el revuelto van enteros (por lo menos en el mío). Esto es una percepción personal que proviene únicamente de mi gusto particular, ya que, yo no he estudiado cocina, ni soy una experta en gastronomía.

Suelo hacerlo de esta manera porque me gusta que la yema y la clara cuajen por separado y se vean de dos colores, con trozos blancos y amarillos. La textura también es muy diferente, los ingredientes no están mezclados completamente, no hablamos de una pasta, cada vez que te llevas a la boca un pedazo puedes distinguir perfectamente qué estás comiendo e identificar su sabor.

El huevo es altamente nutritivo y se considera uno de los alimentos más completos que existen. De ahí que se encuentre en la base nutricional de tantísimas culturas. Y contrariamente a las modas, es mejor no comerlo ni crudo, ni poco cuajado, ya que, supone un riesgo para nuestra salud “Además, al cocinarlo, la proteína se desnaturaliza (es decir, cambia su estructura). De esa forma se hace más fácilmente digerible y sus nutrientes se absorben mejor”, apunta Ester Nadal Miquel, dietista-nutricionista y miembro de la Academia Española de la Nutrición y Dietética. Al no haber un tratamiento térmico que destruya las posibles bacterias, el riesgo de toxiinfección es alto. Puedes ampliar esta información en el artículo «Beneficios y precauciones de los huevos crudos: lo que debes saber» de Eva Carnero.

Por otro lado, si eres de los que disfrutan con el huevo poco hecho, no te apures, puedes echar mano de la huevina, también conocida como huevo pasteurizado, que es una solución efectiva en la cocina profesional para evitar intoxicaciones alimentarias, ofreciendo la misma esencia y sabor del huevo tradicional.

La mejor receta es la que haces a tu gusto, no lo olvides.

Revuelto de setas y gambas

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

20 gambas (5 por persona)
300 gramos de champiñon
300 gramos de setas shitake
300 gramos de setas ostra
8 huevos
Aceite de oliva virgen extra
50 gramos de mantequilla
Sal

Elaboración:

Limpiamos y troceamos las setas de un tamaño similar.
Pelamos las gambas y con un cuchillo afilado hacemos un corte longitudinal en el lomo para sacar el intestino y para que al freírse queden rizadas.
Ponemos un poco de aceite en una sartén a calentar.
Salamos las gambas al gusto y las ponemos a freir en el aceite caliente hasta que se pongan rosas y les damos la vuelta. Cuando estén hechas por los dos lados las reservamos.
En ese mismo aceite incorporamos la mantequilla y, cuando esta se derrita, las setas.
Agregamos un poco de sal y cocinamos las setas unos 5 minutos a fuego medio.
Incorporamos los huevos abiertos enteros y los distribuimos sobre las setas.
Añadimos un poco de sal.
Seguimos cocinando a fuego medio tapado y sin remover hasta que los huevos empiecen a cuajarse.
Si quieres que queden trozos grandes de huevo removeremos poco, justo para que se cuajen. Si lo prefieres puedes mezclar y remover más y el huevo se notará menos (yo prefiero la primera opción). También puedes batir los huevos y así obtendrás algo similar a unos huevos revueltos con setas. No tienen que secarse demasiado así que estaremos atentos al tiempo y a la potencia del fuego (mejor bajo que alto).
Agregamos las gambas y damos una vuelta para que se calienten.
Servimos con pan tostado y decoramos con perejil picadito (opcional)