Pizza a la miel
«Si la abeja desapareciera de la faz de la tierra, el hombre no podría sobrevivir más de cuatro años. Sin abejas, ni habría polinización, ni plantas, ni animales, ni hombres”
La frase es de Albert Einstein para destacar el papel fundamental que juegan las abejas en la conservación del medio ambiente y en la polinización de los cultivos. Un protagonismo que en la gastronomía también es clave, puesto que son las creadoras del edulcorante natural más usado por el hombre: la miel.
España es el primer productor de miel de la Unión Europea, con cerca del 14% del total. Sin embargo, con apenas una media de 0,8 kilos por persona al año, nuestro consumo es de los más bajos, frente a los más de 2 kilos de otros países comunitarios.
Es un edulcorante natural, beneficioso para el medio ambiente (la sostenibilidad y biodiversidad), de gran importancia en el entorno rural y adecuado dentro de un estilo de vida activo y saludable.
La miel más consumida en todo el mundo es la conocida como ‘mil flores’, pero en España, tenemos la suerte de tener mieles monoflorales, que «son únicas, muy apreciadas y están buenísimas». Se trata de las mieles de romero, azahar, lavanda, espliego…, que serían consideradas las mieles claras -más dulces-, y luego las de bosque, castaño, brezo o eucalipto, mieles oscuras, que son más amargas y con toques a regaliz. El color de la miel depende de la cantidad de minerales que tiene el néctar de la flor a la que ha ido la abeja, a más minerales, más oscura será la miel y a menos, más clara.
El hombre ha utilizado la miel desde siempre, como lo demuestran excavaciones arqueológicas realizadas en Egipto. Su declive se inició con la revolución industrial, cuando elaborar azúcar fue más barato
La miel tiene gran repercusión en la cocina donde cuenta con miles de usos. Por ejemplo, hay quien la utiliza para suavizar la acidez de la salsa de tomate natural; otros buscan mejorar la terneza de la carne asada untándola en miel; hay quien la emplea para clarificar vinos y zumos o para congelar la fruta…
Al mismo tiempo, es considerada como un potenciador de los sabores de alimentos como quesos, yogures, masas horneadas, frutas… e incluso es recomendable su uso en los helados, puesto que sus azúcares naturales –glucosa y fructosa- tardan más en congelarse que la sacarosa del azúcar, lo que confiere una mayor cremosidad a los helados.
¿Te animas a disfrutar de sus beneficios y a darle un toque especial a tus platos?
Pizza a la miel
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 1 base de pizza fina rectangular
- 1 pimiento verde
- 340 gramos de tomate frito
- Queso de rulo de cabra
- 180 gramos de panceta curada
- Queso rallado Mozzarella
- Miel
- Semillas de sésamo
Elaboración:
- Encendemos el horno a 220º con calor arriba y abajo.
- Sobre la bandeja del horno colocamos la rejilla del horno y sobre ella papel sulfurizado.
- Desenrollamos la masa de la pizza y la colocamos sobre el papel (así quedará más crujiente)
- Extendemos una capa de tomate frito.
- Repartimos el queso rallado por encima.
- Troceamos la panceta curada y la disponemos sobre el queso.
- Con una puntilla cortamos la parte superior del pimiento alrededor del tronco. Retiramos el corazón y las semillas. Lo cortamos en rodajas y las distribuimos sobre la panceta.
- Cortamos el queso de rulo en rodajas y lo ponemos rellenando los huecos.
- Rociamos con miel.
- Espolvoreamos semillas de sésamo y llevamos al horno unos 15 minutos o hasta que compruebes que está en su punto.















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