Philly cheesesteak
A finales del 1.800 y principios del 1.900 muchos italianos emigraron al Sur de Filadelfia. Allí, muchos de ellos vendían a la clase trabajadora sándwiches baratos y perritos calientes en carritos ambulantes.
El Philly cheesesteak es la historia del sueño americano, la de dos hermanos que crearon por casualidad el hoy famoso bocadillo.
Un día cualquiera de 1930, Pat Olivieri, y su hermano Harry se encontraban vendiendo hot dogs en su carrito de comida cuando Pat, aburrido de comer día tras día sus propios perritos, quería algo diferente para almorzar y le rogó a su hermano Harry que fuera a la carnicería a comprar un filete. Cuando él regresó, Pat lo cocinó con algunas cebollas en la plancha y lo metió todo en un panecillo tipo bollo alargado. Fue así como nació la versión inicial del cheesesteak.
Ese mismo día, cuenta la leyenda, el aroma de carne a la parrilla llamó la atención de un cliente habitual, un taxista, que pidió probar lo mismo que saboreaban los hermanos Olivieri.
Tan rico le supo al taxista el bocadillo de carne con cebollas fritas que recomendó a los hermanos que lo promocionasen entre sus clientes. Dice la leyenda, que al día siguiente ya se había dispersado el rumor de esta delicia, y que los taxistas de toda la ciudad abrumaron a Olivieri porque todos querían también un sándwich de esos. El boca a boca funcionó, ya que pronto su carrito se convirtió en el más famoso de la ciudad.
En 1940, Pat y Harry transformaron el carrito en un auténtico restaurante que llamaron Pat’s King of Steaks.
El queso realmente surgió en los años 40 en el Pat’s. El primer queso fue un queso provolone. Más tarde se empezó a utilizar Whiz o queso americano.
Sobre esta base se han ido añadiendo al gusto diferentes opciones de queso, cebollas caramelizadas, champiñones salteados o asados y pimientos dulces o picantes.
Pero fueron realmente las técnicas de marketing de los hermanos Olivieri las que ayudaron a lanzar el cheesesteak a niveles de fama insospechados.
Pat se dedicó a visitar teatros y salas de baile de la ciudad llevando a los artistas su ya famoso bocadillo para que lo probasen, quienes una vez que lo saboreaban volvían a su local después de la funciones arrastrando con ellos a su público.
Con el tiempo, esta creación se volvió extremadamente popular y se convirtió en un emblema culinario de la ciudad del amor fraternal. Tanto es así que se celebra su día especial el 24 de marzo. La historia oral del Philly cheesesteak
Philly cheesesteak
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 1/2 kilo de filete tierno de ternera
- 4 panes para Hot Dog
- 8 lonchas de queso Cheddar (es mi elección, puedes poner Provolone)
- 750 gramos de cebolla blanca (también puedes añadir pimiento verde y champiñones)
- 50 gramos de mantequilla sin sal
- 1 ajo
- Pimienta negra recién molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
- Derretimos la mantequilla en un cuenco a punto de pomada, prensamos un ajo, cortamos la carne a tiras finas y retiramos la grasa y cortamos la cebolla en juliana fina.
- En una sartén ponemos un poco de aceite a calentar.
- Añadimos la cebolla y un poco de sal y cocinamos tapado a fuego medio-bajo 30 minutos. Destapamos la sartén y seguimos cocinando la cebolla 30 minutos más. (Si has decidido añadir pimiento verde este es el momento para incorporarlo) (Si has decidido añadir champiñones tienes que laminarlos e incorporarlos a la sartén de las verduras 3 minutos antes de terminar de cocinarlas) (Si añades más verduras habrá que regular la cantidad de sal y tendrás que preparar un par de bollitos y 4 lonchas de queso más) (Otra opción es tener la base de cebolla preparada con anterioridad)
- Incorporamos la carne a la sartén y la salpimentamos al gusto.
- Por otro lado, removemos la mantequilla con una cuchara y le añadimos el ajo prensado. Mezclamos.
- Untamos con ella la parte interior de los panecillos y los tostamos en el grill sin aceite y a fuego medio para que no se quemen. Reservamos.
- Cuando esté hecha la carne, la repartimos en cuatro montoncitos.
- Sobre cada uno de ellos ponemos las lonchas de queso y tapamos la sartén para que se éste se funda.
- Rellenamos cada bocadillo. Servimos caliente.
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