Pechugas rellenas

por Maru
Pechugas rellenas

Pechugas rellenas

«El dilema del huevo o la gallina es más complejo de lo que pensamos (y la ciencia tiene una respuesta)

¿Qué apareció primero? Se trata de un antiguo enigma que se mueve entre el contexto evolutivo y el histórico. Un nuevo estudio parece desvelar la incógnita.

La pregunta «¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?» ha desconcertado a los científicos, filósofos y cualquier mente curiosa durante muchos cientos de años. Seguro que has oído este acertijo más de una vez. Es un viejo debate que se remonta a la antigua Grecia, donde filósofos como Aristóteles se dedicaban a reflexionar sobre los orígenes iniciales de la vida y el universo. Este debate se adentra en múltiples campos: la biología, la filosofía e incluso la cosmología. La mayoría de los biólogos afirman inequívocamente que el huevo llegó primero.

LA HISTORIA EVOLUTIVA NO ES SENCILLA

Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra (Suiza) dirigidos por el profesor Omaya Dudin, ha afirmado en un nuevo trabajo publicado en la revista Nature que los componentes básicos de las células reproductoras femeninas, los óvulos, aparecieron mucho antes de que evolucionaran las gallinas; esto es, que el huevo fue primero que la gallina. Esta conclusión se alinea con la perspectiva científica del debate, que muestra que desde un punto de vista evolutivo el huevo fue primero, ya que las aves evolucionaron a partir de nuestros ancestros reptiles y la aparición del proceso de poner huevos es anterior al surgimiento de las gallinas. El huevo es una adaptación evolutiva de las criaturas».

Extraido del artículo de Sarah Romero, actualizado a 12 de noviembre de 2024, National Geographic España

Mary Stoddard, de la Universidad de Princeton, explica que «Un huevo especializado y con cáscara evolucionó con el paso del tiempo en algunos vertebrados mientras se adaptaban a la vida terrestre. Mucho más adelante, estos animales se transformaron en los primeros vertebrados del planeta Tierra, entre ellos las aves.

En esta misma linea, el divulgador y biólogo evolutivo Richard Dawkins comentó que “En algún momento, lo que sale del huevo es una gallina, es decir, una alteración genética de la generación anterior”

Por lo tanto, tomando como referencia la Teoría de la Evolución de Darwin,sabemos hoy que la gallina, como ave, se formó dentro de un huevo de otra especie animal, por sorprendente que resulte (concretamente proceden de una rama de dinosaurios terópodos y que estos, al igual que los reptiles, fueron ovíparos). Por lo tanto, el huevo fue muy anterior a la gallina. Esto explica cómo se dio la transición y evolución de especies.

Gracias a todas estas pequeñas evoluciones ocurridas a lo largo del tiempo, aquí y ahora podemos disfrutar de huevos y gallinas, más concretamente pollos y de forma más precisa de una parte muy apetitosa de estos animales, la pechuga.

Pechugas rellenas

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

  • 4 medias pechugas de pollo
  • 300 gramos de espinacas frescas
  • 300 gramos de cebolla
  • 200 gramos de queso crema
  • 200 gramos de tocineta en lonchas finas
  • 9 o 10 tomates secos en aceite
  • Una cuña de queso viejo
  • Sal
  • Pimienta negra en polvo
  • Queso Grana Padano en polvo
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

  • Picamos la cebolla y los tomates secos muy fino.
  • En una sartén, ponemos un poco de aceite de oliva a calentar.
  • Incorporamos la cebolla picada con un poco de sal y cocinamos tapado a fuego medio hasta que esté transparente.
  • Añadimos las espinacas y damos una vuelta.
  • Agregamos los tomates secos y removemos de nuevo.
  • Apagamos el fuego e incorporamos el queso crema. Mezclamos todos los ingredientes.
  • Por último, añadimos el queso en polvo (al gusto) y mezclamos de nuevo. Dejamos enfriar la masa.
  • Mientras se hace el sofrito, sobre un papel film, abrimos la pechuga en mariposa, la cubrimos con otro film y la golpeamos con un mazo de cocina para que quede lo más plana y estirada posible.
  • Encendemos el horno a 180º.
  • Salpimentamos la carne.
  • En una mitad, ponemos una cuarta parte de la masa y cubrimos con dos lonchas de tocineta.
  • Cerramos la carne y aseguramos el cierre con palillos de madera.
  • Colocamos las pechugas en una bandeja de horno sobre papel encerado y las rociamos con el aceite de los tomates secos, repartiendo bien con un pincel.
  • Cortamos unos trozos de queso y los colocamos sobre la carne.
  • Cubrimos la bandeja con papel de aluminio y llevamos al horno unos 35 minutos.
  • Quitamos el papel de aluminio y devolvemos al horno unos 5 minutos más.

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