Pastel de patata y carne
Hoy vamos a preparar un pastel sí, pero no un pastel dulce sino salado.
El proceso va a ser muy similar. Elaboraremos una masa y también un relleno, e incluso vamos a utilizar un molde de repostería. Lo decoraremos con un top de queso y lo hornearemos. Realmente son los mismos pasos. Solo cambiaremos los ingredientes y no os preocupéis por el resultado, también está para chuparse los dedos.
Suelo servirlo sin acompañamiento, solo con una ensalada de centro. No lo necesita, es un plato único muy completo.
Esta receta comenzó a prepararse para aprovechar el sobrante de carne de la comida del día anterior. Si no había quedado suficiente cantidad para todos los comensales, se preparaba un puré de patata para alargar y con él se cubrían los restos y se horneaban para calentarlos. Sencillo y práctico como nos gusta a nosotros.
Aunque ha viajado por todo el mundo y en cada país tiene su versión, nació en Inglaterra y se denominó «cottage pie» que significa literalmente «pastel de rancho» porque se la llevaban cuando iban a trabajar al campo.
La primera utilización del nombre cottage pie data de 1791, tiempo en que la población más pobre del Reino Unido, que vivían en cottages (casas pequeñas) en la zona rural, empezaban a emplear la patata con frecuencia como un alimento cotidiano.
Como os podéis imaginar, esta receta se preparaba en las casas de la gente trabajadora.
Era una época complicada con abundantes factores negativos.
Las guerras y dictaduras europeas, el aumento demográfico de la población, las crisis económicas, la hambrunas, la represión política, la falta de trabajo y la miseria en la que vivían, provocó que muchos europeos viajaran a America a buscar un futuro.
Durante el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, Europa fue el escenario de una emigración masiva hacia el nuevo continente. Tuvieron que tomar la dura decisión de dejar atrás a sus familiares, amigos y formas de vida, sabiendo cuán difícil sería ganarse la vida.
Una vez allí, los nuevos habitantes, siguieron practicando sus costumbres, celebrando sus fiestas y cocinando sus recetas típicas puesto que también llevaron su gastronomía.
La gastronomía constituye un símbolo de identidad nacional que produce orgullo, alegría y bienestar. Al ser migrante, las recetas del lugar de origen se convierten en un símbolo de identidad, cultura, y tradición.
Podemos decir que esta receta es de ida y vuelta. Mezcla de la ternera del viejo continente y de la patata del nuevo continente y nexo de unión entre países y familias.
Pastel de patata y carne
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
Para 8 personas:
- 2 kilos de patatas
- 1 kilo de carne picada
- 200 gramos de cebolla
- 150 gramos de pimiento verde
- 200 gramos de pimiento rojo
- 200 gramos de queso Mozzarella en lonchas
- 150 gramos de beicon
- 100 gramos de salsa Barbacoa
- Queso rallado al gusto
- 100 mililitros de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Nuez moscada en polvo
- 100 gramos de mantequilla
- Sal
- 200 mililitros de nata de cocina
- Pimienta negra de molinillo
- Yo he utilizado un molde de tarta desmoldable de 25 centímetros de diámetro pero puedes usar una fuente si lo prefieres.
Elaboración:
- Lavamos las patatas y las ponemos a cocer en agua fría. Deben hervir 22 minutos.
- Mientras se cuecen las patatas preparamos el relleno. Picamos la cebolla, el pimiento verde y el pimiento rojo y cortamos el beicon en tiritas.
- En una sartén amplia, ponemos aceite para freír la cebolla y los pimientos rojo y verde a fuego medio y tapado.
- Cuando la verdura esté blanda, añadimos la carne, sal y pimienta y cocinamos removiendo de vez en cuando hasta que la carne cambie de color.
- Añadimos el vino y subimos el fuego. Mantenemos en ebullición un par de minutos para que se evapore el alcohol.
- Bajamos el fuego, incorporamos la salsa Barbacoa, mezclamos, apagamos el fuego y dejamos que se temple.
- Las patatas ya se habrán cocido y se habrán templado. Las pelamos y las aplastamos con el tenedor en una fuente amplia. (Puedes pasarlas por el pasapurés pero no es necesario porque no así queda más consistente).
- Añadimos la mantequilla troceada, la nata y sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Reservamos.
- En una sartén sin aceite freímos el beicon y lo reservamos.
- Encendemos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
- Ponemos un poco de aceite en el molde (o en la fuente) y lo extendemos con un pincel por toda la superficie.
- Con dos tercios del puré, cubrimos el fondo y los laterales del molde presionando un poco para que quede firme.
- Sobre el fondo colocamos las lonchas de queso.
- Encima repartimos el sofrito asegurándonos de que no queden huecos.
- Mezclamos el beicon con el resto del puré y cubrimos el pastel.
- Añadimos pimienta recién molida al gusto y cubrimos con el queso rallado.
- Llevamos el pastel al horno 50 minutos.
- Es importante que repose un poco antes de desmoldarlo.
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