Galletas craqueladas de almendra

Galletas craqueladas de almendra

Una galleta craquelada es una galleta de forma redonda que se hornea con una capa de azúcar glass (o glacé) sobre la superficie. Durante el horneado, con el aumento de la temperatura, la galleta se expande y la capa de azúcar glass se agrieta, creando un efecto decorativo muy llamativo que da la impresión de que la galleta esté rota.

La historia de las galletas Crinkles va unida al chocolate, y, aunque no se sabe con exactitud cuál fue su origen, este sabor sería el elegido para prepararlas en sus comienzos.

Entre Alemania y Bélgica se disputan su receta tradicional, aunque es cierto que el Kringle (un tipo de pan brioche trenzado con glaseado de azúcar) es de origen belga y dichas galletas también son conocidas por el mismo nombre.

Lo que sí se sabe es que Betty Crocker publicó un libro de cocina en 1963 en el que incluyó esta receta y la popularizó.

Betty Croker es una marca de productos alimentarios estadounidense y un personaje ficticio creado por la compañía General Mills que fue utilizado en campañas publicitarias de comida y recetas .El personaje fue desarrollado en 1921 como una forma de dar una respuesta personalizada a las preguntas sobre productos de consumo.

En 1924, Crocker adquirió una voz con el debut de «La escuela de cocina del aire Betty Crocker» en una emisora de radio de Minnesota. Fue el primer programa de radio en Estados Unidos. El programa se hizo popular y, finalmente, se transmitió a nivel nacional en NBC Radio. Las mujeres han interpretado anónimamente a Betty Crocker en el aire y en las escuelas de cocina.

A partir de 1929, algunos productos de la cesta de la compra de la compañía General Mills, contenían cupones en la parte superior de las cajas, conocidos como los cupones de Betty Crocker, con diferentes puntuaciones, los cuales eran canjeables por descuentos en una variedad de productos para el hogar que aparecían en el catálogo Betty Crocker.

Un retrato de Betty Crocker se encargó por primera vez en 1936, una «imagen maternal» que «mezclaba las características de varios miembros del Departamento de Servicio Doméstico» guiado por la percepción cultural de General Mills sobre el ama de casa estadounidense.

Hasta hoy nos ha traído Betty estas estupendas galletas y, buscando contentar paladares que disfrutan innovando, surgieron las galletas craqueadas de Red Velvet, de limón y, estas que vamos a preparar nosotros, de almendra.

Te recomiendo que, cuando vayas a hacer la capa de azúcar de encima tengas en cuenta que en verdad tiene que ser una capa gruesa. No te preocupes si crees que pueden ser muy dulces porque de hecho la receta del relleno contempla el dulzor del espolvoreado.

También debes saber que, cuando las saques del horno, se van a ver ligeramente crudas y no las vas a poder levantar inmediatamente porque se romperían. Si las dejas enfriar un rato en la bandeja, luego ya las podrás levantar sin problema.

¿Estamos listos?

Galletas craqueladas de almendra

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

125 gramos de almendra molida
40 gramos de harina
1 huevo
10 gramos de levadura en polvo
20 gramos de azúcar avainillado
80 gramos de azúcar
Azúcar glacé para decorar

Elaboración:

Preparamos un cuenco y añadimos la almendra, la harina, la levadura y el azúcar avainillado y mezclamos.
En otro cuenco echamos el huevo y lo batimos.
Le añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que el azúcar desaparezca.
A esta mezcla de huevo, añadimos la mezcla de ingredientes secos y amasamos hasta conseguir una masa homogénea. Quedará una masa pegajosa.
Tapamos el bol con film y dejamos reposar la masa en el frigorífico 12 horas.
Sacamos la masa de la nevera y encendemos el horno a 180º.
Hacemos bolitas de unos dos centímetros (si lo necesitas puedes humedecerte ligeramente las manos).
Las rebozamos en azúcar glacé.
Las colocamos separadas en una fuente de horno sobre papel encerado y las aplastamos un poco.
Las llevamos al horno. Las horneamos 12 o 13 minutos dependiendo del horno (quedarán crujientes sin quemarse)
Las dejamos enfriar sobre una rejilla.