Tortitas de salmón

Tortitas de salmón

Decir que la carne del salmón es de color salmón es una obviedad, ¿o no?

Cuando el salmón se cría en libertad, se alimenta de crustáceos que van pigmentando de forma natural su carne hasta llegar a ese color entre rojo-anaranjado y rosado tan particular.

El color de estos animales entonces, puede variar según la especie, el lugar de captura en la naturaleza y lo que hayan comido. El salmón del Atlántico, el salmón del Pacífico e incluso la trucha, que adquieren su color rojo de la misma manera, presentan así varias tonalidades. Un salmón salvaje capturado en Alaska no tendrá exactamente el mismo color que un salmón salvaje capturado en la costa de Japón, por ejemplo, o un salmón criado en Noruega o Escocia.

Astaxantina es el nombre del culpable de que algunos alimentos se vean en estos tonos.

Quizá este nombre nos parezca desconocido y nos haga pensar en algún componente químico, pero realmente la astaxantina es un pigmento natural derivado de la microalga del agua de lluvia Haematococcus pluvialis. Esta es un alga unicelular de agua dulce que produce esta sustancia como mecanismo de defensa frente a factores estresantes como una temperatura inadecuada, una excesiva exposición a la luz solar, la falta de nutrientes o el aumento de la salinidad.

Como consecuencia de este sufrimiento, el alga se vuelve roja y es entonces cuando la concentración de este pigmento es máxima.

La astaxantina, perteneciente a la familia de los carotenoides, se encuentra presente en una gran variedad de organismos vivos como los langostinos, las langostas, las truchas y algunos flamencos, los cuales la obtienen a través del consumo de estas microalgas. Ellas constituyen la base de la alimentación del zooplancton y el krill, que a su vez es el alimento preferido de aquellas especies que almacenan el pigmento en su piel y en el tejido graso. Aunque parezca mentira, también está presente en los arándanos, los cítricos, especialmente en las naranjas y las mandarinas, pero también en los limones y en los pomelos así como en las levaduras.

La astaxantina no solo es responsable de la coloración de ciertos animales y vegetales, sino que, posee enormes beneficios antioxidantes para quienes los consumen. Es por ello que su producción se ha convertido en una de las actividades más exitosas en biotecnología.

Las microalgas se cultivan en dos fases. Primero, en la fase verde, las células reciben una gran cantidad de nutrientes para promover la proliferación de las células. Y posteriormente, en la fase roja sucesiva, las células se privan de nutrientes y se someten a luz solar intensa para inducir el ardor (carotogénesis), durante la cual las células producen altos niveles de astaxantina como mecanismo protector contra el estrés ambiental. Luego, las células, con sus altas concentraciones de astaxantina, se recolectan. Posteriormente se muelen cuidadosamente y se encapsula el polvo obtenido para preservar todas sus valiosas cualidades.

En este artículo «EFECTOS DEL CAROTENOIDE ASTAXANTINA EN LA SALUD HUMANA, SEGÚN LA CIENCIA» de npunto.es podéis encontrar información más detallada.

El salmón no solo es un color bonito sino que también es un alimento fabuloso para cuidarnos.

Tortitas de salmón

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

250 gramos de calabacín
250 gramos de puerro
200 gramos de pimiento verde
2 ajos
25 gramos de mantequilla
Copos de cayena
500 gramos de salmón limpio sin piel ni espinas
250 gramos de harina
6 huevos
150 mililitros de leche
Eneldo
Sal
Pimienta de molinillo
Aceite para engrasar la sartén

Elaboración:

Troceamos el calabacín, el pimiento verde y el salmón. Cortamos en rodajas finas el puerro y prensamos los ajos.
Ponemos las verduras (ajo, calabacín, puerro y pimiento verde) en la picadora y las trituramos a baja potencia y dando pulsaciones cortas para que no se haga una pasta.
Ponemos una sartén al fuego e incorporamos la mantequilla para que se derrita.
Cuando burbujee añadimos las verduras.
Sazonamos con sal, pimienta negra recién molida y copos de cayena al gusto.
Cocinamos tapado a fuego medio 10 minutos. Retiramos del fuego y reservamos.
Ponemos el salmón en el vaso de la picadora y lo trituramos a baja velocidad con pulsaciones cortas.
Pasamos el salmón a un cuenco y lo sazonamos con sal y pimienta negra de molinillo al gusto.
Batimos los huevos como para tortilla y les añadimos una pizca de sal.
Preparamos la harina en un recipiente más grande y la leche.
Con la mano, formamos un hueco en la harina y vertemos en él los huevos batidos. Mezclamos con una espátula.
Agregamos la leche y mezclamos hasta que esté bien integrada.
Añadimos a la mezcla el salmón, las verduras y una cucharada de eneldo. Mezclamos muy bien y dejamos la masa en el frigorífico hasta el día siguiente.
Sacamos la masa de la nevera.
Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite y lo repartimos bien por toda la superficie.
Cuando la sartén esté caliente, incorporamos medio cazo de masa para cada tortita y las cocinamos unos 3 minutos por cada lado (si prefieres hacerlas más grandes incorpora más masa) Notarás que están hechas cuando, al intentar moverlas se desprenden fácilmente de la sartén porque ya estará cuajada)
Para cada ronda ponemos un poco de aceite y lo repartimos por el fondo de la sartén.
A mí me han salido 18