Envoltillo de queso y mermelada de tomate

Envoltillo de queso y mermelada de tomate

No somos mucho de playa, ni siquiera los niños.

Dos o tres días nos sirven para calmar los deseos de respirar el ambiente húmedo, tan distante del reseco que domina nuestra tierra, caminar las orillas del litoral queriendo conocer más allá de nuestro campamento, refugiarnos a leer dentro de nuestro «iglú» en playas poco frecuentadas o de saltar a ratitos las olas cuando estas se ponen bravas.

Somos más de ver, de visitar, de conocer, de llegar hasta la banderita si nos dicen que allí ocurrió algo interesante.

También somos de probar y saborear lo que se suela allá donde vamos.

Y como, sea donde sea, en verano, no te libras del calor, ni aquí ni en otros destinos, hemos decidido hacer vacaciones visitando una parte de Castilla que se nos había ido quedando siempre para más adelante.

Hay que organizarse. Cuatro destinos, cuatro hoteles, otras tantas veces hacer y deshacer el equipaje. Da la impresión de que va a ser un lío pero, ni de lejos. Con el tiempo te vas volviendo más práctico a la hora de prepara la maleta. Zapatos cómodos, vestidos ligeros, varias camisetas que combinen con cualquier pantalón, eso sí, suficiente ropa interior, gafas de sol y una gorra. Bastante bien lo hemos hecho.

Valladolid, Salamanca, Ávila y Segovia. Ninguna queja. Hay tanto que ver en cada lugar. Sabemos que nos hemos dejado cosas, cierto, pero en mi ciudad también me faltan sitios por descubrir, en ello estamos. Acabamos muy satisfechos de cómo hemos llevado el viaje, encantados de haber degustado maravillas, muy agradecidos del trato recibido y muy sorprendidos de lo que nos estábamos perdiendo sin querer. Tesoros Nacionales que merecen la pena.

En una de estas jornadas gastronómicas, tuvimos la suerte de elegir este entrante, creo que lo he replicado de forma bastante similar, ya que los ingredientes, por supuesto, no serán exactamente iguales. Aún así, el disfrute está a la par.

Para compensar, en septiembre un finde largo en tal playa y la mar de agradecidos.

Envoltillo de queso y mermelada de tomate

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

Masa filo (media hoja por aperitivo)
1 cuña de queso (tantas lonchas como medias hojas)
Aceite de oliva virgen extra
Mermelada de tomate
20 gramos de albahaca fresca

Elaboración:

Cortamos el queso en triángulos (elige tu queso favorito).
Preparamos en una tabla media hoja de masa filo y la pincelamos con un poco de aceite (puedes usar mantequilla si prefieres)
En un extremo de la lámina, ponemos una base de mermelada del tamaño aproximado del trozo de queso.
Colocamos el queso encima y empezamos a doblarlo en diagonal, hacia un lado y hacia el contrario, formando ángulo recto, hasta el final de la lámina.
Colocamos todos los triángulos en una bandeja de horno sobre papel encerado.
Llevamos la bandeja al horno precalentado a 180º unos 30 minutos o hasta que esté dorado a tu gusto.
Mientras, lavamos y secamos las hojas de albahaca. Las trituramos y añadimos un par de cucharada de aceite (si quieres que sea más ligera la mezcla solo tienes que añadir un poco más de aceite) y mezclamos bien.
Decoramos los platos con un poco de la mezcla de albahaca y un poco de mermelada.
Cuando haya pasado el tiempo de cocinado, colocamos cada triángulo sobre las salsas y servimos.