Ensalada de pimientos asados

Recuerdo que una vez le preguntaron a un niño que de dónde venían los huevos y su respuesta fue que venían del supermercado.

No nos paramos a pensar cómo han llegado hasta nuestras manos los productos que compramos o utilizamos a diario.

Los pimientos, por ejemplo, ahora se sabe que se expandieron desde los Andes y México por todo el planeta por las principales rutas comerciales y, si lo analizamos, es algo que tiene bastante lógica.

En un análisis de 10.000 muestras genéticas de bancos de semillas de todo el mundo, un grupo de investigadores se ha remontado hasta las especies salvajes de esta hortaliza.

Los científicos han construido el árbol genético de los pimientos de todo el mundo, colocando a cada fruto en su lugar geográfico e histórico.

Pero, lo que es muy curioso es, que todos, los picantes, los dulces, los rojos, los verdes,…, absolutamente todos proceden de los mismos padres.

Los humanos han moldeado esta hortaliza hasta lograr miles de variedades de una misma especie y las diferencias entre algunas son abismales.

Para la receta de hoy vamos a utilizar pimiento rojo Lamuyo.

Ensalada de pimientos asados

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

• 4 pimientos rojos Lamuyo
• Media cebolleta dulce
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal
• 2 latas de ventresca de atún en aceite de oliva
• 2 huevos
• Vinagre de Módena
• 1 tomate

Elaboración:

• En una fuente de horno ponemos una fina capa de aceite en el fondo.
• Con un pincel, pintamos los pimientos con aceite y los ponemos en la fuente.
• Los llevamos al horno, previamente precalentado a 200º y los dejamos media hora. Les damos la vuelta y los mantenemos otra media hora.
• Sacamos los pimientos del horno y colocamos un trapo sobre la fuente para que suden.
• Cocemos los huevos 10 minutos, los pelamos cuando estén fríos y los picamos.
• Pelamos el tomate y lo cortamos a daditos.
• Cortamos la cebolla en juliana. (Si crees que pica, puedes «matar» el picor echándole sal y dejándola reposar un rato. Después tendrás que quitar el exceso de sal).
• Cuando estén fríos los pimientos, los pelamos y los cortamos a tiras.
• En una fuente de servir, ponemos una cama de tomate escurrido y le echamos un poco de sal.
• Sobre este, colocamos los pimientos y los salamos también un poquito.
• Encima repartimos la cebolla y después la ventresca.
• Aliñamos con aceite y vinagre al gusto. (También puedes poner un poco del caldo de asar los pimientos).
• Decoramos con el huevo duro.

¡Gracias por llegar hasta aquí!

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