Curry de pollo
El nombre curry o curri, proviene de la palabra “kari” que, en idioma támil, significa salsa y se refiere tanto a la mezcla de especias con la que se elaboran las salsas como a los platos elaborados con ellas en las cocinas asiáticas, del este y el sudeste asiático.
También suelen utilizarse las palabras «masala» que significa, literalmente, ‘mezcla de especias’ porque eso es el curry, un combinado y «garam» que significa calor, haciendo referencia al tostado de las especias antes de su molido.
La receta del curri varía mucho según cada región y su color depende de los ingredientes de la mezcla. La mezcla de curri a menudo incluye algunas de las siguientes especias: ají (guindilla), basílico, anís de los Vosgos, apio, azafrán, canela, cardamomo, cebolla seca, cilantro, clavo, comino, cúrcuma, fenogreco, jengibre, mostaza, nuez moscada, pimienta, pimienta de Cayena o tamarindo.
La cúrcuma es uno de sus ingredientes más importantes y es la que le da su característico color amarillo. También existe el curry rojo que debe su color al chile rojo y el verde cuyo color es resultado del uso de hojas de lima kaffir y de albahaca tailandesa.
Según Pilar Rodrigañez: «Uno de los tesoros más valiosos que hemos recibido de las culturas antiguas es el uso de las especias en la cocina. Estos condimentos servían tradicionalmente para sazonar los platos, para conservar los alimentos y también eran utilizados como moneda de intercambio, pues sus beneficios organolépticos y terapéuticos eran muy valorados. El curry es capaz de realzar el sabor de cualquier plato de verduras y legumbres, y, combinado con leche de coco, es un verdadero festival de sabores y aromas. Su uso forma parte de los grandes legados de la Medicina Ayurveda, que desde siempre lo ha utilizado por su poder curativo. Este popurrí de especias, que por separado son fantásticas, juntas lo son mucho más».
Cuando, por el siglo XVIII, los colonos británicos descubrieron los sabores de la gastronomía indú cayeron rendidos y quisieron aprovechar el tirón empezando a comercializar por todo el mundo, a través de la Compañía de Indias Orientales, una mezcla básica de especias que hacían las delicias de los paladares. Utilizaron el nombre único «curry» para referirse a todas las mezclas, para simplificar. Esa combinación básica dista mucho de la realidad culinaria asiática.
Esta maniobra británica ha conseguido acostumbrarnos a comprar este preparado ya hecho, sin embargo, en sus lugares de origen suele prepararse a diario con ingredientes frescos y las cantidades y proporciones dependen tanto del gusto personal del cocinero, como de la región en la que vive o se ha criado, de las costumbres de su casa, la receta que se vaya a preparar o el grado de picante que se le va a dar al plato.
Es muy amplio el abanico de sabores de la cocina especiada. La más mínima variación en las cantidades o la sustitución, incorporación o eliminación de algún ingrediente harán que el resultado sea diferente. Lo bueno de esto es que para gustos están los colores y, en este caso, los sabores.
Si estás interesado en conocer algunos tipos de curris, te aconsejo que leas este artículo: «Curry: qué es, origen, propiedades y usos en la cocina» de Verónica Martín.
Curry de pollo
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 1 pollo troceado (1,800 gramos para 6-8 personas) (si prefieres puedes usar muslos)
- 800 gramos de patatas
- 1 cebolla
- 3 ajos
- Un trozo de jengibre (unos 30 gramos)
- 1 cucharada de hierba limón en polvo (puedes sustituirlo por zumo de limón)
- 2 cucharadas de curry en polvo
- Aceite de oliva virgen extra
- 400 gramos de leche de coco
- 250 gramos de arroz basmati
- 1 cucharada de azúcar glace
- Sal
- 100 gramos de pasas
Elaboración:
- Pelamos y cortamos en trozos la cebolla, los ajos y el jengibre.
- Trituramos estos tres ingredientes junto con la hierba limón.
- Ponemos en un bol los trozos de pollo, añadimos el triturado y mezclamos.
- Añadimos el curry y volvemos a mezclar.
- Tapamos el bol con film transparente y dejamos reposar en la nevera durante 3 horas (si prefieres, puedes tener este paso preparado del día anterior).
- Pasado este tiempo, ponemos un poco de aceite a calentar en una sopera amplia.
- Incorporamos el pollo y lo doramos.
- Cuando esté dorado, agregamos la leche de coco, el azúcar, 250 mililitros de agua, las patatas peladas y cortadas en cubos y sal.
- Tapamos y dejamos cocinar a fuego lento 40 minutos.
- Preparamos el arroz. Lo lavamos varias veces hasta que salga el agua clara y lo dejamos en remojo 20 minutos. Calentamos agua con sal hasta que hierva. Añadimos el arroz y cocinamos 2 minutos destapado a fuego medio-fuerte. Bajamos el fuego y cocinamos tapado 6 minutos. Escurrimos muy bien y reservamos.
- Cuando falten 5 minutos para terminar el cocinado del guiso, añadimos las pasas y rectificamos el punto de sal.
- Servimos con arroz al lado.
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