Copa de ciruelas negras
¿Sabrías encontrar un vínculo entre el membrillo, el níspero, la fresa, la manzana, la almendra, el albaricoque, la cereza, la ciruela, el melocotón, la pera, la rosa, la zarzamora y la frambuesa?
Podrías decir que todas son frutas pero, ahí está la rosa…
Puedes pensar que, excepto la rosa, todas son frutas que se comen en fresco pero, ahí está la almendra que además es la semilla…
Unas tienen hueso grande, otras tienen pepitas, otras no tienen ni lo uno ni lo otro.
Unas son redondas, otras están divididas en dos partes y otras se componen de pequeñas drupas…
Algunas las comemos con piel y otras tenemos que pelarlas porque su capa externa es desagradable o demasiado dura.
Y, sin embargo, todas pertenecen a la misma familia, las Rosáceas, ese es el nexo entre ellas.
Cuesta imaginarlo al verlas tan dispares, sin embargo, así es, una gran familia que se subdivide en ramas con grandes diferencias entre sí:
- Rosoideae (son las rosas)
- Maloideae (que incluye frutales como el manzano)
- Prunoideae (son ciruelos, albaricoqueros y almendros)
- Spiroideae (algunas plantas ornamentales)
Ahora está clarísimo verdad?!?!?!
Todas eran plantas salvajes que se han ido domesticando y seleccionando con el paso del tiempo.
Hoy vamos a preparar un postre a base de la que llamaban en latín «cereola» por tener color de cera.
Copa de ciruelas negras
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 800 gramos de ciruelas negras maduras
- 50 gramos de azúcar
- 4 cucharadas de agua
- 1 cucharadita de canela
- 1 clara de huevo
- 2 yogures naturales (o natural azucarado, al gusto)
Elaboración:
- Lavamos muy bien las ciruelas y las ponemos en una sopera con la piel.
- Añadimos el agua, la canela y el azúcar y las cocemos, girándolas de vez en cuando, 15 minutos hasta que estén blandas.
- Quitamos los huesos y trituramos la fruta. Reservamos hasta que se enfríen.
- Mientras tanto, separamos en un bol la clara y en otro la yema.
- Montamos la clara a punto de nieve no muy dura.
- Agregamos el yogur a la clara y mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje demasiado.
- Distribuimos el puré de ciruela a cucharadas en copas y encima vertemos la crema blanca.
- Removemos ligeramente para conseguir un efecto veteado.
- Servir con pastas finas y crujientes.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
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