Campero Malagueño
Los fines de semana cambiamos los menús y los horarios. Esta noche preparamos bocata.
Me he enterado de que este bocadillo se inventó en Málaga para alimentar los tardeos de cine. Surgió en una época en la que se puso de moda hacer una comida ligera y rapidita que permitiera ir al cine y, más tarde, en los 80, fue cuando se puso de moda y superó los límites de la ciudad para darse a conocer.
Yo recuerdo perfectamente que en los 90, estando de marcha en Zaragoza por la zona de «El casco viejo», a las tantas de la mañana hacíamos un paréntesis para comernos un campero que, no venía tan surtido ni tan completo como el que vamos a preparar aquí, pero te resucitaba el espíritu.
Salíamos directamente de «La taberna de Nadal», en la calle Contamina, que era un «garito» al que íbamos siempre porque allí acudían los amigos del novio de una amiga de las de la cuadrilla.
Y pasábamos al local de enfrente. Se llamaba el «Timple». No era un bar de cinco estrellas, respondía mejor a la definición de puesto», no tenía ni sillas para aprovechar mejor los cuatro metros cuadrados, si llegaban, y la puerta estaba abierta de par en par para dejar salir la impresionante cola que se formaba en la estrecha barra.
Tres tipos super eficientes lo sacaban adelante. Uno con las comandas, otro con las bebidas y el tercero montando y planchando a la velocidad del rayo. Podías elegir tres o cuatro variedades, de atún, de lomo, de pollo (mi favorito), con o sin huevo, aunque al final todos sabían parecido porque la plancha iba añadiendo sabores «motu propio» a tu elección. Unos perdían componentes y otros los ganaban, era así y para nada nos molestaba, era lo máximo, lo «más mejor» a esas horas. La única pega que podíamos poner era el tamaño, por otra cosa, todo perfecto.
Nos lo zampábamos en un suspiro y volvíamos a entrar a continuar con la fiesta. Era la gasolina que necesitábamos para seguir bailando que era lo que se hacía en la época.
Yo sigo pensando que es un fantástico deporte, que te hace sudar y eliminar toxinas y que si lo practicas con un grupo de amigos entre risas es, con diferencia la más eficiente de las terapias para fortalecer el ánimo y te computa por varias sesiones en el psicólogo.
Tengo ganas de salir a bailar.
Campero Malagueño
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 4 molletes (1 por persona)
- Hojas de lechuga
- 400 gramos de pollo en filetes finos
- 8 lonchas de queso Gouda
- 8 lonchas de jamón cocido
- Tomate fresco
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Mahonesa
- Pimienta negra de molinillo
Elaboración:
- Lavamos y secamos la lechuga y el tomate. Cortamos este en rodajas y troceamos la lechuga para que sea más manejable. Les ponemos una pizquita de sal.
- Salpimentamos las pechugas al gusto.
- En una sartén ponemos un poquito de aceite y hacemos las pechugas tipo plancha mejor que fritas hasta que estén doradas y las reservamos.
- Abrimos los panecillos y untamos mahonesa en la mitad que hace de base.
- Colocamos primero el pollo para que se pegue y no resbale sobre otros ingredientes.
- Seguimos con la lechuga, el tomate, el jamón y doble de queso.
- Tapamos con el pan y lo llevamos a la sandwichera y lo planchamos. (Puedes hacerlo en una sartén-grill o en una sartén normal bien caliente. Tan solo tienes que poner un poco de peso encima para hacer el efecto del planchado)
- No te preocupes si te sobra tomate o lechuga. Haz un picadillo, alíñalo a tu gusto y sírvelo de acompañamiento con unos chips de patata o unos nachos.
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