Buñuelos de San José
Cotilleando en internet he encontrado un calendario muy original dedicado a la repostería.
Se llama: «Repostería 2022: Días, fechas y efemérides mundiales e internacionales»
Es increíble, cada día está dedicado a un producto o postre especial y pienso que es bastante curioso que haya gente que se ponga de acuerdo para fijar estos aniversarios.
Yo a tanto no llego pero, desde que empieza el año hasta ahora, se me vienen a la cabeza los santos «rosconeros» que nosotros solemos celebrar como el 6 de enero por ser el día de Reyes y ser fiesta grande, el 18 por San Antón que es el patrón de los animales y en casa de campo estos no pueden faltar, el 20 por San Sebastián que es el titular de las villas y en una nací yo, San Valero es el 29 y es el patrón de la ciudad en la que vivo y, el último, el 3 de febrero dedicado a San Blas y, para mi, el más importante porque es el cumpleaños de mi madre.
Después de semejante paliza laminera hacemos una cura de descanso hasta llegar a San José, el 19 de marzo, y volver a lo que más nos gusta, festejar y si puede ser con dulce mejor que mejor.
Ya dejamos los roscones a un lado y, en mi casa, para esta fecha, hacemos buñuelos.
El día del padre es una efeméride muy bonita y merece la pena que sea un día especial tenga un nombre u otro.
El mío se llamaba Jesús y le echamos mucho de menos.
Buñuelos de San José
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 225 gramos de harina
- 400 mililitros de leche
- 100 mililitros de aceite
- 4 cucharadas de azúcar blanco
- 3 huevos
Elaboración:
- En una sopera ponemos el aceite, la leche y el azúcar.
- Encendemos el fuego para que se caliente y cuando empiece a hervir, añadimos toda la harina de vez para que se escalde.
- Mezclamos rápidamente para que no se formen grumos y retiramos del fuego.
- Reservamos para que se vaya enfriando la masa.
- Cuando la masa esté templada, añadimos un huevo y lo mezclamos con la mano. Cuando esté integrado añadimos el segundo y hacemos lo mismo con el tercero. Si se ha formado algún grumo es el momento de deshacerlos. La masa resultante es bastante pegajosa.
- En una sopera honda ponemos abundante aceite a calentar y cuando esté bien caliente vamos añadiendo porciones de masa para que se frían. Al principio se van al fondo pero luego flotan.
- Los vamos a cocinar a fuego medio para que no se quemen por fuera y para que se cuezan por dentro.
- Les damos la vuelta para que se doren por los dos lados y los sacamos y escurrimos el aceite sobrante.
- Aún calientes los rebozamos en azúcar.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
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