Bizcocho de zanahoria y pistachos

Bizcocho de zanahoria y pistachos

Recuerdo que hace tiempo, los bizcochos y las tartas las hacíamos para los cumpleaños y las celebraciones porque, bueno, la manera más popular de festejar cualquier acontecimiento acaba, ha acabado y acabará, por regla general, con algo dulce.

Pero de un tiempo a esta parte, los confites se han instalado en nuestro día a día y han echado unas raíces muy robustas, hasta casi demasiado fuertes, diría yo.

De todo nos cansamos y llega un momento en el que te das cuenta de que galletas para desayunar, almorzar y merendar puede ser un poco aburrido y es así como empezamos a variar nuestros hábitos.

Una nueva planificación y un problema menos en mi cabeza. Galletas y bizcochos para los desayunos, fruta para los almuerzos y bocatas para las meriendas. Ufff, que descanso.

Para los fines de semana, que es cuando no hay horarios, las tostadas, las creps, los buñuelos y lo que se tercie…

La repostería casera no es menos calórica pero sí es más saludable y, entre tanta variedad, seguro que encuentras tu capricho favorito.

Bizcocho de zanahoria y pistachos

Los ingredientes que vamos a necesitar son:

250 gramos de zanahoria limpia
1 sobre de polvo de hornear
4 huevos
150 mililitros de aceite de girasol y un chorrito para pincelar el molde
200 gramos de azúcar y un poco más para el molde
250 gramos de harina
120 gramos de pistachos pelados
Azúcar glacé para decorar (opcional)

Elaboración:

Es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente.
Encendemos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Pelamos y rallamos la zanahoria y picamos los pistachos en el mortero. (A mí me gusta que queden trozos grandes pero puedes hacerlo a tu gusto).
En un bol abrimos los huevos, añadimos el azúcar y los mezclamos con un batidor manual un poco para romper los huevos y deshacer el azúcar. Batimos (a mano o con batidora) entre 5 y 7 minutos hasta que la mezcla doble su volumen.
Cuando hayan pasado 4 minutos echamos el aceite poco a poco sin dejar de batir.
Tamizamos la harina y el polvo de hornear sobre la mezcla y movemos cuidadosamente con una espátula de abajo a arriba.
Cuando la harina esté bien integrada incorporamos la zanahoria y los pistachos y seguimos removiendo hasta que quede una pasta uniforme.
Elegimos un molde para horno y lo barnizamos con ayuda de un pincel y un poco de aceite de girasol y lo espolvoreamos con azúcar (también puedes hacerlo con harina).
Vertemos la mezcla en el molde, movemos el molde un poco para que se asiente la masa y lo llevamos al horno.
Lo horneamos en la parte central del horno entre 40 y 45 minutos (dependiendo del horno y del tamaño del molde, si es más ancho, la mezcla es más fina y si es más estrecho, la mezcla es más gruesa y le costará más tiempo cocinarse en el centro). Pasada la primera media hora, podemos comprobar como va el proceso introduciendo un pincho en el centro del bizcocho y si sale limpio es que ya está hecho. Si sale manchado tendremos que dejarlo unos minutos más e ir revisando cada 5 minutos.
Dejamos enfriar antes de desmoldar.
A la hora de servir podemos decorar con azúcar glacé.