Arroz a la Cubana
Es un clásico de la cocina que está compuesto por tres ingredientes esenciales: huevo frito, arroz blanco y salsa de tomate para acompañar el arroz. En ocasiones, también se le añade plátano frito dulce o plátano macho, verde o maduro, frito que le dan un contraste de dulce/salado por influencia cultural.
Es cierto que, desde que los españoles llevamos el arroz al Nuevo Mundo, los caribeños lo acogieron en su dieta con entusiasmo y lo convirtieron en un alimento tan cotidiano como es el pan en España.
Sin embargo, no vayas a Cuba buscando la mejor versión del plato porque en la isla no sabrán de qué hablas. Lo mismo que sucede con la ensaladilla rusa en Rusia o la tortilla francesa en Francia pasa en los fogones cubanos con el arroz a la cubana.
El historiador cubano Ismael Sarmiento, en su libro Alimentación y relaciones sociales en la Cuba colonial, afirma que «para entender el porqué del nombre de este platillo, nos tenemos que remontar a la Cuba colonial del siglo XIX, donde se solía comer: los huevos pasados por agua, guisados, estrellados, fritos, en tortilla o rellenos; casi siempre los estrellados y fritos servidos con una salsa hecha de tomate, arroz hervido y, en ocasiones, un plátano maduro frito”. Es decir, lo que conocemos como arroz a la cubana. Pero sin el nombre.
En 1898, cuando Cuba logro su independencia, muchos españoles volvieron a la península Ibérica y se llevaron con ellos la receta. Y como era originario de Cuba, lo bautizaron como arroz a la cubana.
En España, las primeras regiones en las que se popularizó esta receta fueron las que recibieron a mayor número de indianos regresados de Cuba: las islas Canarias, Cantabria y Asturias. Desde esos lugares se extendió a toda España. En Madrid se convirtió en habitual de los menús de fondas, pensiones y casas de comida. De España habría dado el salto nuevamente a distintas partes de América, pero con algunas variaciones: por ejemplo, en Perú no se incluye la salsa de tomate.
Curiosamente, una receta muy popular allí son los «Huevos fritos a la Cubana» que sí que es un plato habitual en la isla. Fernando R. Quesada Rettschlag, en el artículo «Historia del muy español arroz a la cubana» nos cuenta detalladamente la historia de esta receta y de su evolución y las coincidencias con nuestro arroz.
El arroz a la cubana es pues una receta de origen español que reinterpreta una receta cubana para convertirla en mestiza.
El término reinterpretar lo asociamos a adaptar, ya sea al gusto, a las existencias o a los posibles, cada uno decide.
Arroz a la Cubana
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 280 gramos de arroz largo (para 4 personas)
- 8 salchichas de carne fresca
- 2 plátanos macho verdes
- Tomate frito (yo he utilizado Tomate frito casero)
- 4 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Elaboración:
Arroz blanco sencillo
- Lavamos el arroz en un colador bajo el agua hasta que esta se vea clara y sin espumas. Dejamos que se escurra.
- Ponemos al fuego una sopera con agua a calentar. Cuando hierva añadimos sal y el arroz. Removemos el arroz para que no se pegue al fondo y dejamos que se cueza a fuego medio.
- Comprobamos el punto y si está cocido lo escurrimos en un colador y lo pasamos por el agua del grifo para cortar el calor y que quede suelto. Dejamos escurrir.
Salchichas
- Con un cuchillo pinchamos las salchichas varias veces alrededor para que al freírse no explote el agua que quede dentro.
- Ponemos un poquito de aceite en una sartén y freímos las salchichas a fuego medio para que no se quemen.
- Cortamos las puntas del plátano, lo troceamos y lo pelamos con cuidado.
- Ponemos un cazo con aceite y metemos los trozos dentro (en frío). Calentamos y freímos hasta que cojan un poco de color. Los sacamos a papel absorbente y dejamos que se templen.
- Aplastamos con un peso cada trozo, entre papel absorbente y volvemos a freír en aceite muy caliente hasta que estén dorados a nuestro gusto. Sacamos a escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente de nuevo.
En este punto vamos a montar el plato a gusto de cada comensal. Quizás haya que darle un calentón mientras freímos los huevos para que estén recién hechos.
Huevos
- Ponemos al fuego una sartén con aceite hasta que esté bien caliente el aceite.
- Abrimos un huevo en un cuenco y lo vertemos sobre el aceite. Con una espátula rociamos el huevo por encima con el aceite caliente para que cuaje la clara también por encima. Añadimos una pizca de sal.
Si quieres hacer Tomate frito casero te dejo el enlace pero te aconsejo que lo tengas preparado con anterioridad.
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